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Los pastores de Uvalde están en duelo por las pérdidas

Un líder bautista hispano se centra en atender a su familia tras la muerte de su bisnieta en el tiroteo.
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Los pastores de Uvalde están en duelo por las pérdidas
Image: Jordan Vonderhaar / Getty Images
Escuela primaria Robb en Uvalde, Texas.

En la tranquila ciudad de Uvalde, Texas, de apenas 16 000 habitantes, casi todo el mundo tiene conexiones con las familias, las maestras y los niños sacudidos por el mortal tiroteo en la escuela primaria.

«Estaba regando mis flores en el patio delantero cuando oí los disparos», dijo Julián Moreno, expastor de la Primera Iglesia Bautista. Moreno vive a dos cuadras de la escuela primaria Robb, donde un joven de 18 años de edad mató a diecinueve niños y dos maestras el martes.

A los pocos minutos de escuchar los disparos, Moreno dijo que vio a dos policías corriendo por la calle. Luego, un intercambio de disparos tan cercano que pudo oler la pólvora.

Sabiendo que su bisnieta Lexi era alumna de esa escuela, Moreno se dirigió al recinto una vez que cesaron los disparos.

Más tarde se enteró de que el ataque había tenido lugar justo en el aula de Lexi, de 10 años, y que ella había sido una de las víctimas.

Fuera de la escuela, dijo Moreno, el ambiente irradiaba miedo, mientras los padres clamaban que se les permitiera entrar en el edificio atrincherado. Los agentes del Departamento de Seguridad Pública de Texas y de la Patrulla Fronteriza se gritaban unos a otros mientras se ponían el equipo y se acercaban a la escuela.

«La gente hablaba en voz alta, muchos lloraban», dijo. «Decían: “Mi hijo o mi hija están en ese edificio”, y los agentes se limitaban a decir: “Lo siento, no pueden seguir adelante”».

Situada a 80 millas [130 kilómetros] al oeste de San Antonio, y a una hora de la frontera con México, la ciudad de Uvalde es un 82 % de origen hispano, con considerables poblaciones católicas y bautistas [enlaces redirigen a contenido en inglés]. Alrededor de 20 iglesias locales se han unido para apoyar a su comunidad, ahora conocida como el lugar en el que tuvo lugar el tercer tiroteo escolar más mortífero de EE. UU.

Por ser un líder religioso, la gente de la comunidad ha acudido a pastores como Moreno para que les guíen en su dolor. Moreno ha sido quien más ha orado con su nieta Kimberly Mata-Rubio, la madre de Lexi, que ‹entró en completo estado de shock».

Después de la ceremonia del cuadro de honor que tuvo lugar el martes por la mañana, Mata-Rubio escribió: «Le dijimos que la queríamos y que la recogeríamos después de la escuela. No teníamos ni idea de que esa sería una despedida». Sollozó mientras su esposo hablaba sobre Lexi para CNN el miércoles.

«Necesito ser lo más fuerte posible para poder atender a mi familia en particular», dijo Moreno.

En una ciudad tan pequeña, muchas de las personas a las que la gente acude en busca de apoyo espiritual están también de duelo. Todo el lugar está devastado.

«Es un pueblo pequeño. Todo el mundo se conoce», dijo Joe Aguilar, representante de zona de los Bautistas de Texas para el Valle del Río Grande. «Van a necesitar mucha ayuda».

Los Bautistas de Texas informaron que Aguilar condujo hasta Uvalde para orar con los miembros de la comunidad frente a la escuela el martes, y ha ayudado a coordinar a los capellanes para que asistan a los pastores locales.

«Quieres asegurarte de que las personas que están brindando sus servicios estén capacitadas, porque queremos dar la mejor ayuda, la mejor asistencia a estas familias que están en su peor momento de la vida. Y no cualquiera está preparado para algo así», dijo.

Anyra Cano, profesora adjunta de la Universidad Bautista de las Américas y esposa del pastor de la Iglesia Bautista Victoria en Cristo, de Fort Worth, hizo planes para viajar a Uvalde y trabajar con los padres para «ayudar a sus hijos a afrontar sus miedos».

Neftali Barboza, pastor de la Iglesia Nueva Jerico, acababa de recoger a su hijo en la escuela primaria Robb justo antes de que se produjera el ataque. La funeraria situada frente a la escuela, que sirvió como refugio, estaba llena de niños aterrorizados, y Barboza fue llamado para consolarlos.

«Me quedé y ayudé a cuidar a los niños», dijo a Baptist Press. «Me comuniqué con todos los padres que pude para decirles que su hijo estaba a salvo».

El Centro de Investigación Pew ha descubierto que el 24 % de los estadounidenses afirman que su fe se fortalece en tiempos de tragedia, y las iglesias suelen tener fines de semana de alta asistencia después de que acontece un suceso horrible. Los pastores como Barboza se están preparando para celebrar servicios completos, funerales y reuniones de oración mientras los miembros de la comunidad se reúnen para procesar y llorar juntos.

El miércoles por la noche, los ministros organizaron una vigilia de oración que tuvo un lleno total en la arena Uvalde Fairplex, a la que asistieron el gobernador Greg Abbott y el senador Ted Cruz. Entre cantos de adoración y comentarios, Tony Gruben, pastor de la iglesia Baptist Temple Church, oró para que «Dios sane sus pequeños corazones y sus pequeñas almas». Algunos oraron en grupos pequeños, mientras otros sollozaban durante la interpretación del himno «Amazing Grace» [Sublime Gracia] por parte de un violinista solista.

El jueves, la parroquia católica Sacred Heart Catholic Parish de Uvalde celebró también un servicio de oración por las víctimas.

El pastor Doug Swimmer, de la iglesia The Potter's House, dijo a ABC News que acudió al hospital para orar con las familias que están allí. Además de las 21 personas muertas, otras 17 resultaron heridas en el atentado.

«Sé que lo que nos va a ayudar a salir adelante es la gracia de Dios y el amor de Dios», dijo. «Lo que el mundo necesita y lo que nuestra comunidad necesita es una luz que brille en la oscuridad».

Traducción y edición en español por Livia Giselle Seidel.

[ This article is also available in English. See all of our Spanish (español) coverage. ]

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