En 2014, Disney publicó un video en el que Elsa aparece cantando «Let It Go» («Libre soy») en 25 idiomas. Quien no conoce los detalles, bien podría pensar que la misma cantante interpretó la popular balada de Disney en todos los idiomas.

Gran parte del mérito de esta magia debe atribuirse a Rick Dempsey, exvicepresidente creativo de Disney Character Voices International. El equipo de Dempsey organizó audiciones en todo el mundo y finalmente encontró cantantes locales que dieron vida a la música de Frozen en sus propios idiomas.

El objetivo era «garantizar la coherencia de los personajes» y que «las voces fueran todas muy similares en todo el mundo», dijo Dempsey en 2014. «La buena noticia es que pudimos encontrar talentos capaces de lograrlo».

Esta impresionante coherencia, o «integridad de los personajes», es un concepto y práctica que The Walt Disney Company adoptó y amplió casi hasta la perfección gracias al trabajo de Dempsey, quien ahora ha llevado su experiencia a la serie The Chosen (Los elegidos), que se ha convertido en la serie de televisión más traducida de la historia.

CT habló recientemente con Dempsey sobre su transición de Disney a Come and See, el arduo proceso de traducción y localización, y cómo Los elegidos está llevando el mensaje de Jesús a grupos de personas aún no alcanzadas por el evangelio, y a lugares donde hablar de Cristo te puede costar la vida.

Esta entrevista ha sido editada por motivos de claridad y extensión.

Cuéntanos acerca de tus 35 años de carrera en Disney.

Empecé a trabajar en Disney en 1988 y era responsable del área de voces de personajes para toda la compañía. Mi trabajo consistía en proteger la integridad de los personajes, lo que significa que cuando los personajes de las películas pasan por un proceso de adaptación para conectar con los diversos públicos locales alrededor del mundo, aún siguen siendo coherentes en todos los idiomas. Creo que es una responsabilidad única en una empresa secular como Disney, porque como creyentes, es algo similar a lo que estamos llamados a hacer con nuestras propias vidas, es decir, mantener nuestra integridad cristiana donde sea que vayamos.

A medida que la empresa creció internacionalmente, Disney empezó a traducir sus obras y a hacer un esfuerzo por garantizar la coherencia y la integridad en las voces de los personajes en los parques temáticos, los productos de consumo, así como en las películas, en todo el mundo. Durante los últimos veinte años de mi carrera allí estuve a cargo de esto, y también estuve a cargo de toda la localización internacional para Disney, incluyendo Pixar, Marvel, Lucasfilm y, poco antes de mi salida, también la marca Fox. Tuve una gran carrera allí.

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Dices que estabas a cargo de la localización, pero no todo el mundo sabe lo que eso significa. ¿Podrías explicarlo?

Mucha gente lo llama traducción, pero nosotros lo llamamos localización porque es mucho más que traducir un guión. Es una adaptación idiomática del contenido original, es decir, intentamos incorporar los modismos, las frases y los coloquialismos locales de un idioma al diálogo, tal como lo hicimos en el idioma original.

¿Cómo comenzaste a trabajar en Los elegidos?

Cuando volvimos de la pandemia, me di cuenta de que mi tiempo en Disney había llegado a su fin. Disney, como todos sabemos, ha dado un giro en términos de entretenimiento familiar. Me di cuenta de que mi tiempo se había terminado, así que solicité mi retiro de la empresa. Prácticamente me lancé sin paracaídas.

Justo después de haber tomado la decisión de retirarme, Come and See (la organización sin ánimo de lucro que gestiona la financiación de The Chosen) comenzó a explorar cómo difundir el programa de televisión por todo el mundo, así que alguien en una reunión dijo: «Creo que conozco a alguien». Así que me enviaron un mensaje de texto desde esa reunión que decía: «¿Te interesaría trabajar para The Chosen y llevar la serie por todo el mundo, tal como hiciste con todos los contenidos de Disney?». Les dije: «Por supuesto». No tuve que pensarlo mucho. Poco después, fundé mi propia casa productora y comencé a servir como asesor para Los elegidos.

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Últimamente, muchas empresas de medios de comunicación están apostando por las traducciones asistidas por inteligencia artificial (IA). La IA ha pasado de hacer traducciones literales (palabra por palabra) a producir traducciones más naturales. ¿Crees que algún día la IA podrá hacer el trabajo de localización?

Ahora mismo estamos bajo un modelo que yo llamo «80-20», es decir, un 80 % de IA y un 20 % de trabajo humano. Creo que llegaremos a un punto en el que la IA tendrá una idea bastante buena de cómo traducir, pero siempre tendremos que retocarla con algunos toques humanos.

Estoy seguro de que alguien puede sacar un guión de IA para una película, pero se sentiría muy estéril. Hay algo en la emoción humana que nunca obtendremos de la IA: hay que tener ese toque humano para que realmente tenga un impacto y se sienta real.

En Los elegidos, hay coloquialismos y ciertos términos y frases clave que la IA no necesariamente entiende. Debido a la escala de este proyecto (nuestra meta es traducir a 600 idiomas) tendremos que hacer uso de algún tipo de IA para ayudar en el camino. Sin embargo, hay muchos mercados subatendidos en los que el mundo de la IA aún no tiene muchos datos o información sobre ese idioma, así que todo tendrá que ser esfuerzo humano.

¿Hay elementos o características de la serie Los elegidos que la hacen especialmente difícil de traducir o localizar?

Sin duda alguna. Cada frase coloquial o modismo utilizado en inglés constituye un reto para garantizar una buena traducción. También tenemos que averiguar cómo comunicar frases bíblicas y frases judías. Incluso algunos de los títulos del gobierno romano a veces son difíciles de traducir.

Además, las audiciones para los actores que hacen la voz de Jesús han resultado bastante difíciles en algunos mercados. La voz de Jonathan Roumie [el actor que hace el papel de Jesús en la serie] tiene un tono muy puro e íntegro, con muy poca textura; una voz que no tiene un tono bajo, pero tampoco resonante. La voz tiene que ser autoritaria e imponente, sin dejar de ser compasiva y cariñosa. Roumie no suena joven, pero tampoco suena demasiado viejo: parece exactamente de unos 30 años. Encontrar todos esos atributos en un solo actor es extremadamente difícil, y hemos descubierto que pueden ser necesarias varias rondas de audiciones antes de encontrar a alguien lo bastante parecido para interpretar a este personaje central.

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Gaius (Gayo) es otro personaje difícil. El actor inglés Kirk Woller tiene una voz con mucha textura, de rango medio-alto. Su forma de interpretar el personaje es apacible y, sin embargo, tiene autoridad gubernamental. Al comenzar el proceso de doblaje en la mayoría de los países, los actores hacen que suene realmente áspero y enérgico. A menudo es necesario hacer varias audiciones para encontrar a alguien que entienda el lado amable del personaje.

Entendemos que el objetivo final de Los elegidos es compartir el Evangelio, y esa es una tarea que Jesús encomendó a sus seguidores. ¿Hasta qué punto han intentado encontrar personas cristianas para llevar a cabo el proceso de localización?

Estamos trabajando con personas que tienen el corazón dispuesto a difundir la historia de Jesús en todo el mundo de una manera realmente significativa. Hay países en los que el evangelio no está permitido, pero aún así los creyentes se apasionan por llevar Los elegidos a su país.

Tuvimos un caso en el que una mujer a quien le encanta el programa se acercó desde un país oprimido en términos religiosos. La encarcelarían si la pillaran tan solo hablando de la serie. Pero ahora estamos trabajando con ella para crear subtítulos en su idioma. Ella tiene que salir del país para poder comunicarse con nosotros. Esta es otra tremenda historia de alguien que asume un riesgo increíble a fin de utilizar Los elegidos como una oportunidad evangelística para llegar a todo un grupo de personas que no han sido expuestas a la historia de Jesús.

Nos aseguramos de que nuestros traductores sean creyentes cristianos, sin embargo, ese no es un requisito para los actores de doblaje. Y, concretamente en las comunidades musulmanas, hemos tenido actores que, una vez que han entendido el material y el tema del programa, simplemente salen de la sala de grabación. El doblaje ha sido un verdadero reto en partes del mundo donde hay oposición al cristianismo.

Pero Dios tiene el control de todas las cosas. En uno de esos países, uno de nuestros expertos en la materia es un musulmán converso que ahora tiene un doctorado en estudios hebreos y judaicos, y él ha sido un recurso increíble para nosotros.

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Mencionaste que la meta actual es que Los elegidos esté disponible en 600 idiomas, y eso es realmente un gran reto. Algunas lenguas tienen cientos de millones de hablantes en continentes enteros, otras muchísimos menos, concentrados en regiones muy pequeñas. ¿Qué están haciendo para abordar esas diferencias?

Sí, estimamos que haremos doblaje a aproximadamente 100 idiomas, y otros 500 solo estarán subtitulados.

Estamos traduciendo en regiones como Francia, Italia, Alemania, España, Japón, América Latina, Rusia, Europa del Este, donde hay comunidades de doblaje bien estructuradas: traductores, actores de doblaje, estudios de grabación, etc. Pero ahora estamos comenzando a trabajar con esos idiomas en los que empezamos a tratar con mercados subatendidos, y está resultando todo un reto.

Estamos entrando en territorios donde la gente nunca ha escuchado un doblaje en su propio idioma. En algunos de ellos solo trabajaremos subtítulos porque simplemente no tienen la infraestructura para poner algo del tamaño del proyecto mediático que es Los elegidos en su idioma local.

Y es importante decir que estamos haciendo todas las traducciones y doblajes en el mercado local, es decir, en la región donde se habla el idioma. En mi opinión, es la única manera de hacerlo bien. Así lo hacíamos en Disney, porque creo que trabajar localmente es la única manera de que resuene en el público local. Se necesitan los modismos y coloquialismos de la gente de ese mercado.

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